Soy una isla dentro de tu isla,
un trozo de piedra que guarda grabados,
y que encierra un cuento
dentro de tu ombligo.
Soy calma entre tornados y mareas,
vivo condenado a ser eternidad,
y maravillado por tu infinito murmullo
que me susurras desde lejos,
en tu letanía.
Llevo doradas plumas en mi pecho
y luces y cascabeles en tus mañanas,
y aunque estoy destinado
a ser arrojado y perecer en el mar,
mi signo es adornarme en ti.
Soy ese pensamiento que te vio nacer
y ese verso guardado en ocre,
despliego formas en acantilados
y riego tu cabello con el perfume
de las gotas que invente para ti.
Una isla dentro de tu isla,
soy una vida en ti
y un cuento para recordar.
Fran Medina; poemario.