viernes, 20 de enero de 2012

ENCADENADA

Encadenada,
rota por la pasión que te sufro,
huyo sin mirar atrás
y aunque tu sombra me persigue
arrastro mis ropas tropezando con mis pesadillas.

Corro entre espejos que reflejan un rostro
con una señal en el espacio de esta absurda eternidad
y las marcas que me dejaste antes de cruzar el umbral.

Estas cadenas impuestas,
son las lapidas de absurdos tiempos olvidados
capaces de flasearte cada vez que te nombro
en oscuras noches de pañuelos mojados.

Son marcas de nacimiento
y el final de mi larga estancia
en el ombligo de tu existencia
y en la soledad de tu compañía.

Fran Medina; encadenada.




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