Ultimo
suspiro antes de nacer,
el llanto que dejo tras la cortina de su amarga historia,
dejo vientos aparcados en minutos de gloria
y voló...
Voló, donde miles de pájaros hacen sus nidos de cemento,
donde las sirenas marcan el tic tac entre escaleras de paseos matutinos
y borracheras llenas de recuerdos...
Voló y soltó lastre,
mientras su sombra indicaba el rumbo,
entre apartados jardines de caminos asfaltados.
Pero no fue solo,
¡su equipaje! una maleta vacía
y sus manos llenas...
¿de que?
de unas manos que agarraba.
Cuatro manos y un destino,
yo con sombrero y libreta y tu...
tu con tu guitarra.
Fran Medina; viaje de ida.
el llanto que dejo tras la cortina de su amarga historia,
dejo vientos aparcados en minutos de gloria
y voló...
Voló, donde miles de pájaros hacen sus nidos de cemento,
donde las sirenas marcan el tic tac entre escaleras de paseos matutinos
y borracheras llenas de recuerdos...
Voló y soltó lastre,
mientras su sombra indicaba el rumbo,
entre apartados jardines de caminos asfaltados.
Pero no fue solo,
¡su equipaje! una maleta vacía
y sus manos llenas...
¿de que?
de unas manos que agarraba.
Cuatro manos y un destino,
yo con sombrero y libreta y tu...
tu con tu guitarra.
Fran Medina; viaje de ida.
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