Vivir,
asomado al precipicio de la indiferencia,
sentir que todo lo que te rodea
observa como te vas
y te alejas cada día un poco mas.
Siento vértigo al ver como sueñas,
escapando por las oquedades de dichos y que dirán,
y siento miedo,
a esa valentía que me somete
mientras despido obtusos reflejos en el espejo.
Y oculto,
tras esa cerradura que permanece abierta,
tomo de ti las pocas miradas que me regalas
y como lluvia de humo en mi tejado,
dibujo sueños.
Deshago las cartas que nunca te escribí
y saludo cada segundo que sin querer
me regalas...
Fran Medina; amándote desde mi invisibilidad.
asomado al precipicio de la indiferencia,
sentir que todo lo que te rodea
observa como te vas
y te alejas cada día un poco mas.
Siento vértigo al ver como sueñas,
escapando por las oquedades de dichos y que dirán,
y siento miedo,
a esa valentía que me somete
mientras despido obtusos reflejos en el espejo.
Y oculto,
tras esa cerradura que permanece abierta,
tomo de ti las pocas miradas que me regalas
y como lluvia de humo en mi tejado,
dibujo sueños.
Deshago las cartas que nunca te escribí
y saludo cada segundo que sin querer
me regalas...
Fran Medina; amándote desde mi invisibilidad.
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