Como un timón sin capitán,
surcando mares de ballenas
de peces de plata,
de vientos y mareas.
Sin ancla ni bastión donde poner sombra,
llena de amargas agallas,
olvidadas...
quizás en el ultimo puerto.
Arribo a un destino oculto,
atrapado por sinuosas estatuas
marcadas pero sin firma.
Mi barco es desafiante,
mi alma esta atronada,
quizás por tantas islas sin pisar,
quizás por tantas canciones sin cantar.
Soy capitán y naufrago,
sombra y soledad,
soy camino y llegada,
llegada a ninguna parte,
a la deriva...
Fran Medina; a la deriva.
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