Observo,
como tras el cristal de mi copa,
tus cabellos riegan el vino rosado
que endulza mi boca,
como esos ojos
que me seducieron hace tiempo
calibran mi pulso,
haciendo de este momento
virtudes de fantasías.
La arrogancia de mi escondite
permite ser barquero de mariposas
que revolotean dentro de mi,
mientras lanzo señales
y busco aromas raros que regalarte
dentro de una copa de vino.
Te miro entre cristales,
entre virutas de gotas frías
de terciopelo rojo,
como sembrando alfombras
a esta pasión que oculto,
por miedo de experimentar
sensaciones de vino y mujer.
Observo,
como tras esta copa,
como tus cabellos
hacen nudos en mi garganta
y tus mirada
derriba los muros de este momento...
Fran Medina; mirando tras mi copa de vino.
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