mi réquiem galopa hacia mi,
enarbolando la bandera de la muerte
invocando a los espíritus
que claman su nombre,
no dejando sucumbir el ansias de huir de el
y estremeciendo cualquier oportunidad de lucha.
Vestido de negro
y con el pecho descubierto
llevando la señal del primero de todos
y del no nato que pario madre virgen.
Con su dedo tiñe mi frente con la marca
unta mi conciencia de lagrimas afiladas
y me envuelve en el silencio eterno.
...pero existe una escapatoria
una puerta trasera
una ventana al infinito.
Morir antes de que llegue el.
Fran Medina; la muerte.
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